En Gredos mucha pelea y poca berrea

En Gredos hay berreas y hay peleas.  Las primeras son minoritarias, como el número de ejemplares de corzos y ciervos  en esta sierra. Las segundas, las peleas de machos monteses, conocidas como El Celo de la cabra,  son  un clásico, con muchos pases,  que cada temporada vende más entradas.

 

 

Para qué discutir si puedes pelear, como dice Loquillo. Eso deben pensar los machos de Gredos porque no berrean. Eso es cosa de ciervos. Aquí, primero “atizan” y luego preguntan.  El único sonido gutural que emiten es algún resoplido, pero lo habitual es que no avisen con ruido alguno. Los machos de la cabra montesa se observan, se estudian, se miden las fuerzas, se huelen y una vez que se han cogido la medida, si procede, se pelean para demostrar su fuerza conquistar el corazón las cabras y perpetuar sus genes.

 

Entonces, una vez que empieza el “combate”, sí se les oye, y mucho, el choque de sus cuernos retumba en el eco de la Sierra. Y se les huele, una mezcla entre montuno y cabruno que a los machos les pone como cabras. Con suerte, y sobre todo si se va acompañado de un guía, también se les ve. Verlo, olerlo, escucharlo… es un auténtico regalo para los sentidos. Un espectáculo que cada año vende más entradas y ya va siendo conocido como “el celo de la cabra”.

 

 

¿Y la berrea? (periodo de celo del ciervo rojo llamado así por el sonido gutural que emiten los machos) pues sí, en Gredos  también hay berrea, pero es minoritaria, como los son en esta sierra los ciervos (1%) y los corzos (2%) que, al igual que los jabalíes llevan solo unas décadas por estas tierras. Dos días comparado con la Capra Hispánica (Capra pyrenaica subespecie victoriae) que lleva casi 15.000 años, conviviendo con paseantes, guías, montañeros, guardas, y reyes, junto al resto de especies endémicas de Gredos.

 

 

¿Dónde ver berreas y peleas de machos?

Tanto las berreas como las peleas de machos pueden verse, y sobre todo oírse, en diferentes zonas de la sierra de Gredos: los machos monteses prefieren como ring los enclaves más elevados  – de la Plataforma (1750 metros) para arriba-. Los ciervos y corzos se cobijan en las partes más bajas, en los valles, al resguardo del bosque y hacen de la falda de la Sierra su particular cuadrilátero.

Zaduero, en el término de San Martín del Pimpollar; Valdeascas y El Hecho, en Navarredonda de Gredos; Barbellido en San Juan de Gredos,  el Valle del Tietar, en la cara Sur de Gredos, o los melojares cercanos a La Aliseda de Tormes y Bohoyo, en el Valle del Tormes son solo algunos de sus reductos.

 

 

¿Cuándo ver berreas y peleas de machos?

Berreas y peleas de machos también difieren en las fechas. La naturaleza, como quererse, no tiene horarios ni fecha en el calendario, pero se repiten con frecuencia ciertos patrones temporales. Así, la berrea del ciervo se puede ver, o más bien oír en Gredos, del 15 de Septiembre al 10 de Octubre, la del corzo a finales Junio y principios de Julio, y las peleas de machos entre el 15 de Noviembre y principios de diciembre.

 

 

Contemplar la berrea en Gredos es difícil, no tanto oírla, lo más recomendable es “tirar de calcetín” es decir ir caminando ya que muchas de las zonas están restringidas para vehículos particulares.  Disfrutar del espectáculo de ver peleas de machos en la sierra es más probable, eso sí, si se va acompañado de guías.

 

 

Los guías conocen las zonas por donde se mueven los grupos de machos cada día, porque contactan con los guardas del Parque que les indican aproximadamente los lugares para no entorpecer los recechos, es decir la caza de machos en la Reserva de Caza. Además, los guías se encargan de obtener los permisos pertinentes si el objetivo es fotografiar profesionalmente las peleas ya que se busca ante todo no molestar a los animales. Además, un guía siempre aporta información y seguridad para moverte, algo  recomendable en la sierra, especialmente  en los meses fríos.

 

 

¿Cómo es una pelea de machos monteses?

Las peleas de machos se pueden ver, oir, y oler. Cada otoño, con las primeras heladas, los machos en distintos grupos, buscan a las hembras, de las que están apartados el resto del año, y despliegan sus encantos oliéndolas, sacando la lengua, y silbando, para llamar su atención. Cuando se encuentran dos machos rivales luchan entre ellos para demostrar su fuerza chocando sus cuernos y marcando su territorio desprendiendo un fuerte olor. Mientras, los otros machos (el jurado) pastan alrededor como si no fuera con ellos y despiden al vencido que se aleja de la zona tras el combate.

Entonces el vencedor inicia el apareamiento con su harén particular, al que abandona tras las cópulas. Aunque se suelen aparear con varias hembras, es decir son polígamos, a veces se da el caso de que alguna hembra se reproduce de más de un macho.

 

 

¿Dónde contratar un guía para ver las peleas de machos?

En Gredos Norte hay varios guías de montaña expertos en facilitar la contemplación del celo de la cabra. Para más información sobre precios, condiciones y horarios estos son sus contactos:

Gredos Guides. Juan Francisco. San Martín del Pimpollar Ávila.  www.gredosguides.es. info@gredosguides.es. Telf: 626066223/920348817.

Enjoy Gredos. Jorge Apausa.. www.enjoygredos.com. Navarredonda de Gredos, Ávila. Teléfono: 687253944.

 

 

¿Cómo viven los machos monteses en Gredos?

Son animales gregarios y aunque hay algún macho solitario  lo más frecuente es encontrar grupos de machos, más o menos numerosos, de entre 10 y 60 cabezas, sin jerarquía definida. Viven alejados de las hembras todo el año y únicamente se juntan en la época de apareamiento. No son territoriales y se desplazan de una zona a otra en busca de pastos frescos. Su esperanza de vida ronda los 15 años pero algunos ejemplares pueden llegar a los 20.

 

 

¿Cómo son los machos de Gredos?

La curiosa morfología de estos animales es clave para la adaptación a un hábitat duro, con escarpadas laderas y temperaturas extremas, por el que se mueven a gran velocidad.  Para ello cuentan con pezuñas, duras y agudas por fuera, sin pliegue interdigital, articulaciones ágiles y pezuñas almohadilladas de dos dedos y antiderrapantes por lo que no resbalan y puede escalar los riscos más abruptos. También les ayuda su gran capacidad olfativa y su agudizado oído.  Sus curiosos ojos  de color miel, con una alargada pupila de color más oscuro atisban desde los riscos cualquier movimiento en la sierra.

 

 

Los anillos de los cuernos indican el crecimiento anual y sus nudos son diferentes en cada animal lo que, junto con el colorido del pelaje, hace más fácil la identificación de un animal en concreto y permite calcular su edad. El pelaje oscurece con los años; de ocre pálido pasa a más pardo y finalmente a negro, cogiendo tonos plateados. A partir de los 12 años suelen “peinar canas”.

 

 

Su cornamenta, fija, rugosa,  les sirve para marcar la jerarquía y pelear, además de para rascarse las partes traseras.  Los cuernos son nudosos, con forma de semicírculo que crece cada año un tramo o “medrón” hasta los 9 ó 10 años de vida. La longitud de los cuernos alcanza 70-90 centímetros (cm.) a la edad de 12-15 años y aunque es raro que superen los 90 cm puede llegar a alcanzar en algunos casos los 150 cm convirtiéndose en preciado trofeo cinegético.

 

 

Según datos de La Junta de Castilla y León, en la temporada cinegética 2018-2019 se mataron 161 machos (rececho) por 1.093.308,32 euros y 64 hembras (rececho) por un total de 16.879,5 euros y se realizaron un total de 34 monterías con unos ingresos totales de 47.195,86 euros.

 

Además de peleas y berreas, en Gredos tenemos muchos otros reclamos: la sierra, con el pico más alto del Sistema Central, el Almanzor (2592) y sus numerosas lagunas glaciares; el Piorno en Flor, que tiñe cada primavera los montes de amarillo; el Cielo Oscuro, reconocido como Reserva Starlight; una enorme variedad de aves que hacen de Gredos un tesoro ornitológico; la Trashumancia de ganado en invierno y Primavera; las setas, que salpican cada Otoño nuestros pinares; el río Tormes, alimentado por  espectaculares gargantas;  además de una rica gastronomía y un enorme oferta de alojamientos y actividades de turismo activo.

 

 

Eva Veneros Hernández

  Casa del Altozano. Base de Polaris

Casa rural en Gredos