Festival del piorno en flor
mayo 15, 2019Flora Sierra de Gredos
junio 3, 2019Doscientos corazones, doscientas patas, doscientas piernas y cuatrocientas manos. Latiendo a la vez, galopando al unísono por cañadas; vadeando pozas, y trotando entre pinos y piornales. Tiembla la sierra.
No, no es la descripción de la última batalla de “Juego de Tronos”, es la Concentración a Caballo en Gredos que se celebra cada primavera. Un año más cientos de jinetes y caballos hacen juntos una ruta para homenajear a este noble animal, vinculado tradicionalmente a la Sierra de Gredos. Esta actividad forma parte del ya tradicional Festival del Piorno en flor
La cita equina es el 3 de Junio a las 9 de la mañana en La Casa del Parque “Pinos Cimeros” en Hoyos del Espino, Ávila. La inscripción (25 euros) incluye aperitivo, comida, obsequio y sorteo de regalos. Para saber todos los detalles y el recorrido se puede contactar directamente con el teléfono 615946026 o en la web: www.gredosacaballo.com.
“La Concentración a Caballo en Gredos es una actividad del yatradicional Festival del Piorno en flor, de hecho gran parte de la ruta discurre entre piornos. “Buscamos con ella además fomentar el turismo activo, y homenajear al caballo que ha tenido tanta importancia para mover personas y ganados en esta sierra, desde hacer la trashumancia y manejar el ganado hasta ir a las fiestas de los pueblos a caballo, como se hacía antes”, explican fuentes de la organización.
Los Ayuntamientos de Navarredonda de Gredos y Hoyos del Espino y la empresa de turismo ecuestre Gredos a Caballo organizan cada año esta concentración, la más numerosa de Castilla y León, en la que este año se esperan unos 120 participantes llegados de diferentes zonas, desde Hervás a Ávila o Villanueva del Campillo, entre otros.
“El objetivo último es promocionar el festival del piorno y el turismo ecuestre. Buscamos además dar visión de la importancia del caballo en Gredos, para que esta sierra se siga identificando con caballos además de con nieve, cabras, cielo oscuro, setas, piorno, etc.”, explica Rafa González Tejado, de Gredos a Caballo.
Y es que efectivamente, decir Gredos es también decir caballo, El carácter eminentemente ganadero de esta comarca serrana durante siglos ha convertido al caballo en el mejor aliado de los vaqueros para el manejo del ganado tanto en el día para mover y embarcar vacas como para hacer la Trashumancia desde y a Extremadura.
Durante años el caballo fue también el único medio de transporte, además del burro y las vacas de carro. A principios del siglo XX en Hoyos del Espino, Policarpo Muñoz, puso en marcha el servicio de diligencia a caballo, origen de Muñoz travel, la empresa de autobuses regentada hoy por sus bisnietos que presta el servicio de autobuses en la zona.
El caballo era entonces también un símbolo de posición económica, como el coche hoy en día. Los “señoritos” de los pueblos, que en algunos eran muchos, se dejaban los cuartos (el dinero) en comprar un buen caballo para jactarse de su posición, lo que contribuyó a que estos pueblos tuvieran temprana fama de tener “buenas jacas”.
Y el caballo, una vez más, era la forma de transporte que utilizaban los primeros turistas que se aventuraban en esta sierra. Juan José Hernández, en Navarredonda y Julio Chamorro, en Hoyos del Espino solían ya en los años 20 alquilar caballos a los “señores” que venían, incluso de otros países, a subir a la sierra, a cazar, a hacer un estudio de botánica en Gredos, y asuntos similares.
Julio Chamorro, Guía Oficial de la Reserva Nacional de Caza de Gredos durante más de 40 años, acompañó a la sierra a todo tipo de personalidades nacionales y extranjeras: reyes, como Alfonso XIII y más tarde su nieto Juan Carlos I; jefes de Estado, como Franco; duques, cónsules, vizcondes y marqueses. Y precisamente en colaboración con J. Ramón Martín, (nieto del marqués de Valdueza), Julio Chamorro escribió el libro “Gredos, un siglo entre piornales y roquedos”, un valioso documento de los últimos cien años de la historia de estas montañas. Libro al que pertenecen las fotografías antiguas que ilustran este artículo.
Esas primeras rutas a caballo de hace cien años sembraron la simiente de las numerosas empresas ecuestres que proliferaron a finales de los años 80. El indudable atractivo de descubrir un lugar a lomos de un caballo ha hecho de las rutas ecuestres un reclamo turístico de primer orden para la zona, pionera del moderno turismo ecuestre, una actividad para la que cuando se inició en Gredos ni siquiera había un epígrafe en Hacienda para dar de alta la actividad: rutas a caballo y se inscribían como “alquiler de carruajes sin motor”.
Estas primeras empresas contaban con una gran ventaja: una cantera de buenos caballos curtidos durante años en el manejo del ganado y la trashumancia, practica milenaria que también contribuyó a mejorar la cabaña ya que las yeguas serranas se cubrían o preñaban en Extremadura de caballos grandes y fuertes por el buen clima y la abundante comida de la dehesa extremeña.
Además antes de la Guerra Civil en Hoyos del Espino, Justo Muñoz, estableció una especie de Parada (lugar para llevar a las yeguas a inseminar). El rey Alfonso XIII, por amistad, ya que Justo Muñoz era su montero, le proporcionó 4 caballos sementales, árabes y españoles.
Esta Parada estuvo en funcionamiento unos años pero lo que realmente fue importante para que haya buenos caballos en Gredos fue la Parada Militar de Navarredonda, que se estableció a finales de los 60. En ella había varios sementales de pura raza; españoles, árabes, ingleses, percherones; lo que puso la semilla de una ganadería caballar de calidad, resultado de la mezcla de las yeguas de la zona con estos purasangres.
La gran altitud de Gredos, y las condiciones de semilibertad en las que se crían los caballos les aporta unas excelentes condiciones físicas y morfológicas. De hecho hay varias yeguadas de prestigio internacional algunos de cuyos ejemplares han sido comprados por jeques árabes (grandes expertos en equinos) y han sido campeones en distintas disciplinas ecuestres tales como concursos morfológicos, y carreras de Resistencia (Raids).
Además, de las bridas del caballo han venido a Gredos muchas personas, algunos se han quedado a vivir, otros han alquilado o construido una casa o han puesto un negocio, relacionado o no con el mundo del caballo, contribuyendo así a la economía local y a frenar el despoblamiento, tan preocupante en esta zona que tiene casi más caballos que habitantes. En Navarredonda y Barajas hay 228 caballos, frente a los 434 habitantes y en Hoyos del Espino hay 363 vecinos y 130 caballos, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2018 y del censo de los Ayuntamientos de estas localidades respectivamente.
El caballo también está presente en las fiestas populares pues en muchos pueblos de Gredos Norte se siguen celebrando Carreras de Cintas, práctica que tiene su origen en los torneos medievales. Consiste en que los jinetes pasan galopando bajo unos palos de los que pende una cuerda en la que hay colgadas cintas de raso, enrolladas en un carrete, que tienen que coger metiendo un palo por la argolla cosida a la cinta. El ganador es aquel o aquella caballista que consigue el mayor número de cintas.
Esta Concentración Ecuestre reúne a cientos de aficionados para homenajear al caballo. Sobran razones. ¿no crees?. Si quieres saber más en detalle por qué hay tantos y tan buenos caballos en Gredos pincha aquí.
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Eva Veneros.
Barajas. Navarredonda de Gredos,
Casa del Altozano. Base de Polaris
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