Piornos y Estrellas en Gredos

Gredos es un espectáculo en primavera. De día y de noche. Los días más largos y las temperaturas más cálidas nos permiten disfrutar durante horas del florecimiento del piorno en flor,  de las gargantas cargadas de agua del deshielo, de la nieve aún en las cumbres y  de los pinares rebosantes de vida nueva. Y por la noche, el telón se levanta  invitándonos a contemplar el imponente cielo oscuro de Gredos, un cielo de reserva, Reserva Starlight, que en la estación florida también tiene sus estrellas principales.

 

Nada que ver con el número de estrellas, obviamente, pero este humilde arbusto, el  piorno, ocupa más 65.000 hectáreas en la cara norte de Gredos, donde se dan sus 23 variedades. Entre Mayo a Junio florece tiñendo la sierra de amarillo e impregnando el aire de un aroma dulzón, todo un disfrute para los sentidos.

 

 

Desde 2011 se celebraba el Festival del Piorno en Flor y durante dos meses todo gira entorno a él: conciertos, concentraciones a caballo, talleres, muestra de manualidades, tapas “en amarillo”, concursos literarios y fotográficos, eventos deportivos, etc. Este año 2022 la Concentración a Caballo en Gredos es junto al Pino del Mayo la única actividad  del festival

Los vecinos de los distintos pueblos se hermanan para homenajear a este arbusto que hoy solo se utiliza como ornamento pero hace 50 años era vital como combustible, para la construcción y como alimento de algunos animales.

 

El festival ha convertido al piorno en el otro embajador de Gredos, junto a la Capra Hispánica, pero al márgen de actividades la auténtica gozada es recorrer caminos, cerros y montañas rodeados de amarillo.

 

Y cuando se pone el Sol, se abre el telón del otro espectáculo de Gredos, su cielo oscuro, uno de los mejores del mundo, certificado por la Fundación Starlight como un espacio natural  protegido en el que se cumplen unos requisitos técnicos y científicos de calidad del cielo y en el que hay un compromiso para su defensa, es decir una Reserva Starlight, certificado que obtuvo en Noviembre de 2020.

 

El cielo tiene un movimiento circular, uniforme y regular, de manera que cada 24 horas (23h 56 min) completa una vuelta (360º ), debido a que la Tierra gira sobre sí misma en torno a un eje imaginario, lo que se llama día celeste o día sidéreo. A lo largo del año, la mayoría de las estrellas que vemos en el cielo van cambiando porque la Tierra se desplaza alrededor del Sol  completando una órbita cada 365,25 días solares o año sideral. Las constelaciones, es decir, los grupos de estrellas que son visibles desde nuestra latitud, pasan por el cielo nocturno una vez durante cada ciclo de las estaciones. Hay estrellas que se ven todo el año, las de las constelaciones circumpolares (Osa Mayor, Osa menor, Dragón, Jirafa, Cefeo, Casiopea) pero hay otras que solo se ven o que se ven mejor en Primavera.

 

Polaris, la estrella polar, es la estrella alfa, la que más brilla, de la constelación de la Osa Menor. Es solo la 50ª estrella más brillante del firmamento pero entorno a ella gira todo el cielo nocturno. También es conocida como Estrella del norte ya que se sitúa a 0,8 grados del polo norte celeste. Polaris, situada a 447 años luz de distancia de la Tierra, es una estrella triple, y  las constelaciones circumpolares siempre se ven en el horizonte hacia el norte, moviéndose en círculos, en sentido antihorario, alrededor de ella. Entre las Osa Mayor y Menor está el Dragón una constelación circumpolar que cuando mejor se ve es en Primavera.  La estrella más brillante de Draco es Thuban, una gigante blanquiazul, a 300 años luz de distancia. También destaca Etamin,  situada en la cabeza del animal.

 

 

La constelación de Virgo,  es visible en el hemisferio norte desde el mes de marzo hasta finales del mes de agosto. Su estrella más brillante es Spica, la espiga,  que en árabe significa la indefensa. Situada a unos 260 años luz, es una binaria indivisible, blanco azulada, con brillo variable. La estrella binaria Porrima, la segunda más brillante de Virgo, consta de dos estrellas blancas casi idénticas que orbitan entre sí y completan su órbita cada 169 años. Ambas se observan más fácilmente durante los meses de Marzo, Abril y Mayo.

 

 

Virgo tiene vinculación con la Primavera. Se asocia con Demeter, la diosa de la agricultura que abandonó sus obligaciones en el campo cuando Hades, el dios del inframundo, secuestró a su hija Perséfone. Zeus intercedió para que la liberara unos meses y  Deméter al recuperar a su hija volvía al trabajo y al cuidado de los campos. En el momento de la separación, en septiembre le invadía la pena y olvidaba sus quehaceres y el campo se apagaba hasta la primavera siguiente. Causalmente, la constelación de Virgo es visible en el hemisferio norte desde el mes de marzo hasta finales del mes de agosto, coincidiendo con el período que comparten juntas madre e hija.

 

La Primavera también es buen momento para localizar en el cielo la constelación de Leo, una especie de signo de interrogación al revés, cuyo punto sería Regulus, su estrella principal. El nombre  proviene del latín y significa “pequeño rey” pues se creía que esta estrella reinaba sobre los asuntos celestiales. De hecho se trata de una de las 4 estrellas reales de Mesopotamia (junto a Aldebarán, Antares y Fomalhaut). La segunda más brillante es Denebola, a 36 años luz que representa la cola del León.

 

Alpheca, la Genma o la Joya es el nombre de la estrella más brillante de la Corona Boreal, por su lugar prominente en esta constelación que también se ve con mayor nitidez en Primavera. Como también se  ve  la estrella más brillante de los Perros de Caza, Canes Venatici, llamada Cor Caroli Regis Martyris (el corazón del Rey Carlos, el Mártir) que conmemora al rey Carlos I de Inglaterra que fue ejecutado al final de la Guerra Civil Inglesa de l1640.

 

 

Y aunque ya se están ocultando, en Primavera aún es posible ver a Cástor y Pollux, de Géminis, a Capella, del Auriga y a Proción, en el Can Menor. Asimismo en esta estación comienza a verse la estrella principal de Escorpio es (Alpha-Scorpii) popularmente conocida como Antares,  el corazón del escorpión, cuyo nombre procede de la rivalidad con Marte o Ares, el dios de la guerra. Esta hermosa estrella doble, 1000 veces mayor que nuestro Sol, es una supergigante roja situada a 554 años luz. Muy cerca de Escorpio puede verse la constelación de Offiuco, el Serpentario, que aunque no tiene estrellas especialmente brillantes se ve más nítida en primavera.

La fotografía nocturna de portada es de @Fernandoapausa.

Eva Veneros Hernández de la Torre.

 Barajas. Navarredonda de Gredos,

  Casa del Altozano. Base de Polaris

Casa rural en Gredos