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noviembre 5, 2020El uso de hierbas, plantas y raíces para prevenir curar y aliviar dolencias o enfermedades es casi tan antiguo como el hombre, no en vano, la denominación de esta práctica milenaria, la fitoterapia, viene del griego, de phytós (planta o vegetal) y therapeia (terapia).
Las que conocían los poderes curativos de las plantas, y digo “las” porque generalmente eran mujeres fueron, en los siglos XIV Y XV en Europa, juzgadas como brujas y condenadas a la hoguera por la Inquisición. Sin embargo, hubo un tiempo en que tener una curandera en una zona que conociera las propiedades sanatorias de sus hierbas y plantas marcaba la frontera entre la vida y la muerte. Quizás por ello, a pesar de los riesgos, este conocimiento se ha transmitido de generación en generación.
En Gredos Norte hay algunas de las plantas que se utilizaban y áun hoy se utilizan en terapias naturales y en la industria farmacéutica. El otoño es el tiempo de recolección de algunas de ellas. Aquí van siete.
Achicoria (Cichorium intybus), para digestiones
Hace años las raíces y las hojas de esta planta vivaz se usaban para estimular el apetito, para los problemas digestivos, hipertensión y alteraciones hepáticas. En septiembre y octubre se desentierran las raíces que actúan como estimulante del apetito, como bacteriostática frente a Brucellas y Salmonelas, así como hipotensora, bradicardizante y antiarrítmica. El tallo de las hojas, que se recoge de julio a septiembre, es un buen diurético, laxante y depurativo natural.
Popularmente esta planta era conocida por la utilización de sus raíces tostadas como sustitutivo del café en épocas de privaciones. Pero además las hojas jóvenes frescas se comen en ensalada aunque es más habitual la utilización de su prima, la endivia (Cichorium endivia).
Brecina (Calluna Vulgaris), prima del piorno
Al igual que el piorno, que se utilizaba en los pueblos de Gredos para barrer las casas, la brecina también era utilizada para hacer escobas, de hecho el nombre científico de este género deriva del griego callunein, que significa barrer.
Pero además de para barrer el suelo y decorar, la Brecina, de la que encontramos abundantes ejemplares en esta sierra, es una planta diurética y sirve para tratar úlceras de la piel, gingivitis, heridas, diarreas, y como antiséptica de las vías urinarias en casos de cistitis.
Se trata de un arbusto que florece en verano y otoño, cuyas ramas, las inferiores rastreras, están rematadas por flores de color rosa, anaranjado y blanco, dispuestas en racimos. El fruto es una cápsula donde hay varias semillas de color marrón. En lugares emblemáticos de Gredos, como Valdeascas y el Pozo de las Paredes, encontramos abundante brecina ya que su hábitat son los suelos ricos en sílice, lavados y empobrecidos, en peñascos y terrenos de pastos pobres.
Genciana. Gentiana lutea L (Gencianáceas), ¡qué hambre!
Debe su nombre a Gentio, rey de Lliria, en el siglo II antes de Cristo, que fue quien descubrió sus propiedades medicinales. Entre ellas se encuentra la de estimular el apetito en casos de inapetencia y las secreciones y motilidad gástrica y biliar. También es un poderoso reconstituyente y tónico, de ahí que se emplea frecuentemente en preparados digestivos, antianoréxicos y para trastornos hepatobiliares. Está contraindicada en casos de úlceras gástricas y duodenales.
Es una planta de montaña, que crece en pastizales y laderas entre los 1.500 y los 2.500 metros de altitud. El tallo, de un metro de altura es ercto, no ramificado, redondo y hueco, las flores son de color amarillo y penduladas y el fruto es una cápsula que contiene numerosas semillas.
Se recolecta la raíz de plantas de cinco años o más, en otoño o bien en primavera antes de que florezca. Ésta huele ligeramente dulce, similar al higo seco y sabe algo dulce al principio muy amargo después .
Espino blanco (Crataegus monogyna, o Coxycantha (Rosaceae)
Este arbusto se relacionaba con la esperanza, el matrimonio y la fertilidad en tiempos de griegos y romanos. Pero esto cambió con la llegada del Cristianismo ya que se cree que la corona de espinas de Jesús estaba hecha con él.
El espino blanco en medicina popular se asocia con plantas sedantes como la valeriana o la pasiflora para tratar la ansiedad y el nerviosismo, pero también se usa para regular la tensión arterial, como diurético y como relajante muscular. Sus flores, blanco-rosadas, de olor dulce y perfumado y sabor algo dulce, amargo y astringente, sirven para mejorar la circulación coronaria por lo que se emplea en las fases iniciales de insuficiencia cardiaca.
Este arbusto, que puede alcanzar hasta 8 o 10 metros de altura crece en todos los terrenos, en zarzales, torrentes y laderas y sus frutos, que maduran en septiembre u octubre, son dulces y de sabor harinado, globosos, de color rojo y del del tamaño de un guisante.
Saporiana (saporiana officinalis) o hierba jabonera
Antiguamente se la llamaba hierba lanaria porque su raíz, de sabor dulce y amargo al principio y un poco irritante después, se utilizaba para lavar y desengrasar la lana ya que si se la añade agua y se la agita produce espuma. Además de este uso, el rizoma (tallo subterráneo) y la raíz de la saponaria , que se recogen en otoño o a principios de la primavera se emplean en medicina popular para tratar afecciones cutáneas, trastornos reumáticos e infecciones osteoarticulares. Florece a partir de mayo y las flores son regulares, de color rosado o blanco.
Cardomariano (Silybum marianum), para ensaladas y hepatitis
Sobre el origen de su nombre “Mariano”, hay una leyenda medieval según la cual que la Virgen María escondió a Jesús de los soldados de Herodes bajo las hojas de un cardo y lo hizo con tal precipitación que dejó caer unas gotas de leche sobre él lo que explica el moteado de sus hojas.
Al margen de leyendas muchas son las propiedades de esta planta robusta que puede llegar a alcanzar los 150 cm de altura. Su semilla es rica en silimarina (1,5-3%), componente con una importante acción hepato-desintoxicante y regeneradora de células hepáticas por lo que es útil en el tratamiento de hepatitis, cirrosis y casos de hígado graso.
Hay también quien consume sus hojas, peladas y frescas en ensalada y el zumo de su tallo, coronado por inflorescencias de color púrpura o a veces blancas, se emplea en medicina popular para combatir las congestiones del hígado. La parte útil son los frutos secos (aquenios) que son marrones y moteados y se recolectan a medida que van madurando, de julio a octubre.
Enebro (Juniperus Communis), gota a gota
Sus frutos, de olor aromático y sabor dulce y especiado, se emplean en la elaboración de ginebra (si abres uno de sus bolitas negras y la hueles no te cabrá ninguna duda). Pero además es una planta rica en aceite esencial (o,5- 4%) y la goma que exuda mezclada con aceite de semilla de lino antiguamente se utilizaba para lustrar el hierro.
Hace años también se utilizaba en forma de baños para aliviar la Gota, macerado en vino como diurético, o quemado en las casas para desinfectar el ambiente.
Este arbusto, que crece en primavera y maduran sus frutos en el otoño del segundo o tercer año, de septiembre a noviembre, está contraindicada durante el embarazo y en caso de afecciones renales de naturaleza inflamatoria. Además, si se excede en la dosificación y se usa prolongadamente provoca trastornos gastrointestinales, irritación renal y excitación del sistema nervioso.
Podemos encontrarla en todo tipo de terrenos y se emplea como diurético y antiseptico urinario, como digestivo y como expectorante o balsámico. Su esencia, en uso externo se utiliza para contracturas musculares e inflamaciones de las articulaciones.
Si quieres saber sobre plantas curativas especiales para las mujeres pincha aquí.
Nota de la autora: Artículo dedicado a la memoria de mi abuela Paca, Francisca Vegas, que me curó la hepatitis haciendo infusiones con unas hierbas de “grama” que cogía en el campo con tía Alfonsa.
Eva Veneros Hernández de la Torre.
Barajas. Navarredonda de Gredos,
Casa del Altozano. Base de Polaris
1 Comment
Me encanta!!! Siempre aprendemos contigo, Eva Veneros. Me pongo muy contenta cada vez que publicas.