Entrevista a Modesto Luceño, catedrático de Botánica y experto en flora de Gredos

La primera vez nunca se olvida, y quizás por eso Gredos no es  para él una sierra como las demás, y eso que ha habido muchas…

Su pasión por la botánica germinó contemplando una flor desconocida  junto a las Cinco Lagunas de Gredos, lo que le llevó a cambiar la Medicina por la Botánica para disgusto paterno y fortuna de los amantes de flores y plantas.

Modesto Luceño, catedrático de Botánica de la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, es un botánico de bata y bota que ha recorrido medio mundo desgastando suelas, buscando nuevas especies, estudiándolas en los laboratorios y catalogándolas.  

Con varios libros a sus espaldas y más de un centenar de artículos científicos publicados es considerado una autoridad mundial en la descripción y clasificación clientífica de los vegetales. Es el más reconocido experto en la flora del Sistema Central ibérico, especialmente de la Sierra de Gredos, cuyas gargantas y cuerdas no ha dejado de recorrer desde que culminó el Almanzor con tan solo 18 años.

Observa con preocupación los efectos del cambio climático y la pérdida creciente de Biodiversidad. Cree que Gredos debería  estar más protegido y ser Parque Nacional. Todo esto y muuuucho más nos cuenta en esta extensa entrevista.

A veces los nombres están bien puestos, como en el caso de Modesto,  modesto a pesar de sus muchos méritos y logros. 

 

¿Puede una flor cambiar el destino de una persona? Parece que sí. Una como la de la fotografía que hay sobre estas líneas, un narciso de las nieves (Narcissus nivalis. subsp. nivalis ) que crecía en Las Cinco Lagunas de Gredos cambió para siempre la vida de Modesto Luceño.

“El cervunal estaba inundado del amarillo intenso del narciso de las nieves y quedé tan embelesado por la belleza de esa flor que sentí la necesidad de conocer su nombre, algo complicado en ese momento”.

Ese momento era a principios de los años ochenta y la bibliografía botánica estaba entonces muy dispersa, algo que en lugar de desanimarle funcionó como acicate y llevó a aquel estudiante de cuarto de Medicina a pasarse a la Facultad de Biología, para disgusto paterno. Pero probablemente sus padres, sin saberlo, fueron los que sembraron la semilla que despertó esa pasión mucho antes, en la adolescencia. Le dejaron pasar tres veranos enteros (con lo que duran en esos años) en La Serranía, un pueblecito de la comarca de la Sierra de Gredos.

«Acostumbrado a los tórridos veranos manchegos, ese primer contacto con Gredos supuso para mí una cadena de sensaciones: los prados de siega junto al pueblo, intensamente verdes en pleno verano, las conversaciones adolescentes a la sombra de los melojos, los baños en la garganta del Endrinal, la silueta del imponente Canchal Negro sombreando los atardeceres…Todas esas vivencias explican el profundo amor por Gredos que me ha acompañado toda la vida” explica sin esconder cierta nostalgia.

¿ Ha cambiado mucho Gredos desde aquellas primeras veces?

Pues, lamentablemente, tengo que decir que sí. Fueron vivencias irrepetibles. Aquellos prados de siega de mi juventud están ahora secos desde principios o mediados de julio, muchos pueblos se masifican en verano debido a un turismo masivo poco sostenible, el camino tradicional a la Laguna Grande se ha convertido en una hilera de procesionarias humanas y tantas otras cosas que ya no volverán a ser como fueron.

Pareces pesimista o es que acaso crees que «un pesimista es un optimista bien informado»? 

De alguna manera sí. Los tiempos que estamos viviendo no dejan demasiado espacio para el optimismo. El cambio climático, del que científicamente no hay ninguna duda, está siendo ignorado -cuando no negado- por parte de los que ostentan realmente el poder; además, la brutal tasa de extinción de especies a la que estamos asistiendo está conduciendo a una drástica pérdida de biodiversidad; la destrucción de ecosistemas imprescindibles para la misma supervivencia humana nos puede llevar a un colapso del entorno de consecuencias muy graves.

Se suele diferenciar entre los  biólogos que son de bota (campo) y los que son de bata (laboratorio) ¿cómo lo ves? 

Creo que un botánico que se dedique al estudio de la flora y de la clasificación de las plantas tiene que campear permanentemente y encerrarse en el laboratorio durante muchas horas para poder llegar a conclusiones sólidas sobre los apasionantes interrogantes que plantea el estudio de los vegetales.

 

Hablando de pasiones ¿cuál es tu flor o planta favorita del mundo? ¿y de Gredos?

Del mundo no te sabría decir una especie concreta, pero sí un género: Carex, a cuyo estudio he dedicado la mayor parte de mi vida profesional. Gredos cuenta con 18 endemismos exclusivos y un buen número de subendemismos (plantas que crecen principalmente en la sierra, pero que cuentan con algunas poblaciones en otras montañas ibéricas). De Gredos, podría seleccionar, por diversas razones, algún rosal silvestre como Rosa pulverulenta o Rosa rubiginosa, y ciertos endemismos gredenses, por ejemplo, el botón de oro de los querubines (Ranunculus cherubicus) o el falso misopates (Pseudomisopates rivasmartinezii), que es un género que solo vive en la sierra y que está seriamente amenazado. También destacaría la heroica -por su capacidad de adaptarse a hábitats extremos de alta montaña- Carex lucennoiberica,  que algunos de mis discípulos y yo venimos estudiando desde hace muchos años y cuya historia evolutiva es absolutamente apasionante.

 

¿Cuál es el estado de conservación de la flora de Gredos?

La flora de Gredos se enfrenta a serias amenazas, principalmente al aumento de las temperaturas y las sequías prolongadas. Ambas están provocando una sensible disminución de la nieve acumulada en las cumbres y la reducción de las poblaciones de las plantas adaptadas a los hábitats de alta montaña y los humedales.

En la actualidad, 11 especies de briófitos y plantas vasculares se incluyen en la categoría de En Peligro Crítico de Extinción, 12 En Peligro de Extinción y 26 en la categoría de Vulnerable; sin embargo, otras muchas especies que no aparecen en las listas habituales de especies con problemas de conservación, dado que son relativamente abundantes en otras regiones, son muy escasas o están a punto de desaparecer en el territorio de Gredos; este es el caso de Veronica alpina, común en Pirineos, pero que en nuestra sierra cuenta únicamente con 8 individuos. Para más detalles sobre estas cifras y sus causas puede consultarse el artículo “Flora vascular y briofítica amenazada de la sierra de Gredos”, publicado hace un par de meses en las actas del I Congreso de Historia, Naturaleza y Tradiciones de la sierra de Gredos.

¿Está suficientemente protegida?

Diría que parcialmente, puesto que una buena parte de la sierra pertenece al Parque Regional de Gredos; sin embargo, la conservación de biodiversidad de estas montañas requeriría de la declaración de la zona como Parque Nacional. Resulta sorprendente que esta última categoría de protección la disfrute la sierra de Guadarrama -que la merece, sin duda- y no la de Gredos. Se debería hacer un esfuerzo para compatibilizar los legítimos intereses económicos y sociales de la población local con la protección de los inmensos valores naturales del territorio gredense. En cualquier país europeo sería impensable que unas montañas con la diversidad biológica que alberga Gredos no tuvieran ese grado de protección. Finalmente, es urgente que la Junta de Castilla y León actualice el catálogo de especies oficialmente protegidas, puesto que el publicado en 2007 ha quedado completamente obsoleto.

¿Qué consecuencias está teniendo el cambio climático en la flora de Gredos?

Principalmente la desaparición de humedales y hábitats alpinos, pero también podría citar el aumento de las plagas en nuestros bosques (se está notando seriamente en las alisedas), la sustitución del melojo por especies más termófilas como la encina y el enebro de la miera, y el decremento de muchas especies herbáceas en favor de otras de zonas más meridionales que están colonizando y sustituyendo a las plantas nativas de la sierra.

El calentamiento global también está provocando que especies de zonas bajas asciendan notablemente e hibriden con otras próximas que están adaptadas a mayores elevaciones, lo que provoca la disminución de las poblaciones de estas últimas.

¿Cuáles son las principales amenazas de la flora de Gredos?

La flora de Gredos se enfrenta a serias amenazas, principalmente al aumento de las temperaturas y las sequías prolongadas. Ambas están provocando una sensible disminución de la nieve acumulada en las cumbres y la reducción de las poblaciones de las plantas adaptadas a los hábitats de alta montaña y los humedales. La ausencia de neveros tardíos afecta sobre todo a las especies de óptimo bóreo-alpino (de elevadas latitudes o altitudes) y, especialmente a las denominadas especies quionófilas, es decir, aquellas que requieren para su supervivencia una larga cobertura nival.

Otra amenaza destacable es el desequilibrio entre herbívoros y carnívoros, uno de cuyos ejemplos es la excesiva abundancia de la cabra montés (no solo, también del ciervo, el corzo o el jabalí), que está obligando a ciertas plantas a refugiarse en las fisuras de los altos paredones y, en consecuencia, reduciendo la extensión de sus poblaciones. La sobreprotección de estas especies, debido a intereses económicos ligados a su caza, incluye la persecución de carnívoros como el lobo ibérico, con la consiguiente descompensación ecológica. Un tercer factor de amenaza está ligado al turismo masivo no sostenible, que implica un fuerte incremento de construcciones o cambios de uso de las antiguas.

 ¿Cómo crees que se debería buscar el equilibrio entre la protección vegetal y el desarrollo de las prácticas de ocio en una zona turística como Gredos?

Afortunadamente, el turismo en Gredos se concentra en unas pocas localidades como la zona de La Plataforma, el Pozo de las Paredes, el Circo Central, la absurda estación de esquí de La Covatilla y poco más. Fuera de esas áreas, apenas hay accesos practicables, lo que protege al resto de la sierra. Habría que concentrar los esfuerzos en las zonas sobrevisitadas y evaluar los riesgos de dicha masificación para alcanzar un equilibrio entre la conservación y el disfrute de los paisajes serranos, así como el desarrollo de sus habitantes. Es un problema complejo que se debería abordar urgentemente desde las distintas administraciones implicadas.

¿Te gustan los piornos? ¿Crees que están llegando demasiado arriba? ¿Conoces el Festival del Piorno en flor?

Por supuesto, me encantan los piornos, tanto por el papel ecológico que desempeñan como por la belleza de sus flores, que aromatizan el aire y visten de amarillo las laderas a comienzos de verano. Aunque existen en la sierra numerosas especies de piornos, el más conocido es el llamado piorno serrano, que forma la vegetación natural de la franja altitudinal comprendida ente el límite superior del bosque y la vegetación herbácea de las cumbres y zonas próximas. El resto de los piornos, si el ser humano no hubiera intervenido, crecerían en los bordes y los claros de los bosques. El problema es que, desde la brutal deforestación originada durante el reinado de Felipe II (recordemos que la madera se utilizó para la construcción de la llamada Armada invencible), la sierra de Gredos ha perdido buena parte de su masa forestal, que ha sido sustituida de forma natural por enormes extensiones de piornos, lo que va en detrimento de la existencia no solo de la masa arbórea, sino de todo su cortejo florístico.

Conozco el Festival del piorno en flor y creo que todo lo que contribuya al conocimiento de la sierra por parte de gente ajena a ella me parece positivo. Únicamente habría que complementar eventos como este con la protección de los valores naturales, por lo que me parece fundamental que dichas actividades promocionales consideren siempre este aspecto.

¿Qué opinas de la repoblación de pinos que se está haciendo a cotas cada vez más altas?

Depende de cada caso y de qué especies de pino se usen. Si las repoblaciones tienen en cuenta ciertas condiciones, como que la vegetación potencial de la zona corresponda al pinar (de pino albar, fundamentalmente, pero también de pino cascalbo) podríamos hablar de restauración más que de repoblación y ello sería positivo; sin embargo, si las repoblaciones se hacen con pinos no nativos (caso de Pinus radiata o P. ponderosa) o en laderas cuyo óptimo de vegetación es el melojar, el impacto sobre la flora y la vegetación sería, en mi opinión, negativo.

¿Qué opinas de la gestión forestal de los pinares de Gredos y cómo afecta a los incendios?

Honestamente, tengo pocas noticias concretas sobre la gestión actual de los pinares gredenses, a excepción del Pinar de Hoyocasero. En este caso me consta que los ingenieros de la Junta de Castilla y León, asesorados por algunos especialistas en conservación de la biodiversidad, están llevando a cabo un loable trabajo para conservar ese espacio. En mi opinión, habría que declarar el pinar como microrreserva de la biosfera; también los pinares de Navarredonda, el valle de Hiruelas y algún otro. El problema de los incendios en los pinares se debe, en parte, a la pésima gestión forestal llevada a cabo durante la dictadura franquista, aunque no podemos olvidar que la gravedad de los últimos incendios tiene también su causa en el calentamiento global y en graves deficiencias en la prevención. Corresponde a las autoridades de la Junta de Castilla y León proveer los medios humanos -muy deficitarios y temporales- y materiales para hacer frente a un fenómeno cada vez más grave.

¿Has terminado ya el inventario completo de la flora silvestre y naturalizada de la provincia de Ávila?

Sí, se publicó este año en el número 46(1) de la revista Mediterranean Botany; sin embargo, cualquier catálogo requiere de una revisión continua que incorpore las novedades que se siguen produciendo, o confirmar o descartar especies que aparecen como dudosas en la versión ya publicada. Próximamente redactaremos la primera actualización en un artículo al efecto.

La aparición y desarrollo de la vida en el planetaTierra, ¿crees que fue mera casualidad?

El azar y la necesidad son los componentes principales de la evolución, que no es un proceso finalista. Continuamente tienen lugar una inmensidad de mutaciones al azar, la inmensa mayoría de las cuales no afectan el rumbo de la evolución; son mutaciones neutras o negativas en el sentido de que son perjudiciales para el individuo que las experimenta. Únicamente aquellos cambios en la secuencia de ADN que suponen una mejora para la adaptación de la planta al medio son las que se seleccionan (necesidad), lo que Darwin y Wallace denominaron selección natural.

Aunque dada la magnitud del Universo es perfectamente posible que se haya originado vida en otras galaxias o que la haya habido de forma muy primitiva incluso en otros planetas de nuestro Sistema Solar, aún no existen pruebas irrefutables sobre ello.

A menudo tu trabajo consiste en recoger especies silvestres que se teme que estén en peligro para disponer de su genoma ¿Para qué sirve lo del genoma?

El conocimiento del genoma es fundamental para elaborar una clasificación moderna de los seres vivos, que se debe basar en el conocimiento de su historia evolutiva. Una clasificación basada en el parentesco evolutivo es imprescindible para evaluar el grado de conservación de las especies, por lo que los estudios genómicos son una herramienta obligada de cara a la elaboración de políticas de conservación adecuadas.

 ¿Falta conocimiento y divulgación sobre la biodiversidad en España con respecto a otros países?

Aunque nuestro país es uno de los más productivos del mundo en cuanto a estudios sobre biodiversidad, con excelentes profesionales dedicados a ello, tengo la impresión de que quizás no se ha sabido transmitir a la ciudadanía la importancia que tiene la biodiversidad en el desarrollo humano, por lo que paradójica y desgraciadamente, la sociedad española en general no es consciente del papel fundamental que tiene este proceso en todas las facetas de nuestra existencia.

Se calcula que se extinguen aproximadamente cien especies al día, 36.500 al año, una cada 15 minutos ¿por qué tantas?

La causa más importante de la extinción masiva que sufre el planeta en la actualidad hay que buscarla en la destrucción de los ecosistemas por parte del ser humano. Estamos reduciendo e incluso eliminando numerosos hábitats, lo que conlleva la pérdida de sus especies. Lamentablemente no somos suficientemente conscientes de que ello no solo afecta a los seres vivos que estamos perjudicando, sino que puede pasar una abultada factura también a la Humanidad. Suelo decir a mis estudiantes que por mucho que hagamos para destruir el medio, la naturaleza se encargará, más pronto o más tarde, de poner las cosas en su sitio. En otras palabras: tenemos capacidad para extinguir numerosos ecosistemas y seres vivos, pero con ellos desapareceremos también nosotros y la vida se retomará con los restos que hayamos dejado. Un ejemplo de lo que acabo de decir lo tenemos en la extinción de los grandes dinosaurios: el meteorito que provocó la extinción masiva del final del Cretácico hace unos 65 millones de años, parece que fue la puntilla que remató el daño que la abundancia y el tamaño de aquellos seres habían provocado en los ecosistemas. Curiosamente, se piensa que su desaparición facilitó la evolución de los mamíferos y con ella la génesis de las distintas especies de humanos. En línea con lo dicho, la desaparición de los seres humanos sería una tremenda tragedia para nosotros, pero en el contexto del Universo no deja de ser algo anecdótico.

¿Es reversible esta extinción masiva? ¿Qué podemos hacer?

La extinción masiva podría paliarse con medidas adecuadas, pero dado que los intereses económicos de unos pocos suelen primar sobre el interés general, dudo bastante de que se pongan en marcha políticas para reciclar los recursos, prescindir de los combustibles fósiles y aprender a vivir con lo estrictamente necesario, y menos en los deprimentes tiempos que corren a nivel social y político. Y aunque así fuera, tengo la impresión de que llegamos bastante tarde.

Creo que la parte más importante corresponde a los que ejercen el poder real, no solo a las administraciones, sino a las oligarquías económicas, que son las que manejan los hilos de la política. En mi opinión deberíamos prescindir de los combustibles fósiles y sustituirlos por energías limpias; también aplicar políticas de conservación de los ecosistemas y, en consecuencia, de la biodiversidad. Esto no reduce la importancia de que los ciudadanos de a pie nos concienciemos sobre la necesidad de paliar, en la medida de lo posible, los desastres ecológicos que ya estamos presenciando. Por ejemplo, reciclando materiales, huyendo del consumismo y convenciéndonos de que se podría vivir muy dignamente sin la necesidad de poseer más recursos de los necesarios.

Hay quien piensa que la pérdida de la biodiversidad no nos va a afectar en nuestro día a día ¿podrías poner un ejemplo práctico de cómo va a hacerlo ?

La respuesta hay que buscarla en la interdependencia de unos seres vivos con otros: la desaparición de uno o varios de ellos afecta a otros muchos. El caso de la persecución del lobo y otros predadores sobre la biodiversidad de la flora de Gredos, que comenté más atrás, puede servir de ejemplo práctico.

En tus investigaciones has descubierto especies en peligro de extinción de las que nadie tenía noticias ¿cuáles destacarías?

Hoy en día, buena parte de las nuevas especies que se describen son consecuencia de estudios genómicos, algunas de las cuáles cuentan con muy pocos individuos y están en peligro de extinción. Quedan también territorios muy poco explorados en los que se pueden descubrir especies que no habían sido nunca vistas antes por los científicos. Puedo destacar algunas plantas que mi grupo de investigación descubrió en el curso de las excursiones llevadas a cabo por las montañas sudafricanas. Por ejemplo, la que denominamos cárex del arco iris (Carex raimbowii), encontrada en las remotas y espectaculares Montañas del Dragón. Otro caso, esta vez referido a Gredos, lo tenemos en la linaria de los Vetones (Linaria vettonica), considerada con la categoría de En Peligro Crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, que descubrimos hace unos años en las faldas meridionales del macizo central de Gredos.

 

Si queréis saber más os recomiendo la Guía de Campo del Sistema Central, de Modesto Luceño, Bernardo García y Pablo Vargas. 

 

Publicado el 4 de diciembre de 2025

 

Eva Veneros Hernández de la Torre.

 Barajas. Navarredonda de Gredos, Ávila

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